En el sotano del mundo

Cuentan que tenia 15 años cuando conocio al demonio en una piscina. Allí estaba, tan normal, tan sencillo..., tan facil estaba la entrada al infierno, que ni se entero cuando cruzó la puerta.

Tres meses le duró la careta a Satanás, porque a los tres meses, la enveneno con su mano, la mató en vida, la fue enterrando poco a poco en una fosa sin salida...

Envejeció de corazon y de espiritu, esa niña tan dulce, conoció el amargo sabor de los golpes, de los insultos, de los gritos... El calor del infierno la abrasó.

Cuentan también que en su muñeca izquierda hay una cicatriz, que una noche quisó quitarse la vida, pero no pudo... Que tuvo una ulcera por las pastillas que querian arrebatarla la vida, pero no pudieron... Que solo la ventana de su cuarto fue testigo de las veces que quiso mirar hacia abajo y saltar...

Quedó medio muerta durante dos largos años, medio muerta y sola, sin nadie que la ayudara a levantarse del suelo, sin nadie que la tendiera una cuerda para escapar de ese pozo. Solo una persona se dio cuenta de su dolor, de su cara desencajada, de la tortura que estaba pasando.

La sacó del horror, tardó muchos meses, pero ese rayito de luz la sacó de su tumba. La devolvió la vida y las ganas de vivir.

Cuentan, que un principe azul vino a rescatarla, vino a luchar, a sacar la cara por ella y que le hizo creer que le queria, solo para que la liberase de su cruz. Dicen que fue mala y egoísta con el pobre principe, pero yo creo que no, creo que solo queria agarrarse a un clavo ardiendo para salir del infierno.

Dicen las malas lenguas que nunca ha vuelto a confiar en un hombre, comentan en su barrio que las llamas del infierno la quemaron el corazon y ya no tiene... Que se quedó sin corazon y puso en su lugar un pedazo de hielo.

Pero eso son solo leyendas. Nunca llegare a saber, si debajo de las quemaduras aun queda piel.